América Latina quiere asegurar el crecimiento económico

Según las previsiones del año anterior, iban a ser Perú, Colombia y Chile las locomotoras de la recuperación económica en Latinoamérica. Estos eran los estudios que se manejaban ya que, gracias a la exportación de muchos de sus productos nacionales, conseguirían hacer sostenibles sus PIB. La realidad a día de hoy es otra vistos los últimos informes publicados, donde el crecimiento de Perú o Chile ha sido menor del previsto y de una media del 2,25%.

¿Por qué las previsiones fallaron? Sencillo. Tal como cuentan los observadores de la zona entre los que podemos encontrar a Versus Wealth Management, los mercados han pasado buena factura de los precios de las materias primas con los que se movían los análisis realizados por los gobiernos en el año anterior.
La bajada del cobre alrededor del 10% o un precio en los minerales que no ha llegado a las cotas previstas en los cambiantes mercados, han marcado que el crecimiento haya sido bastante menor del que se esperaba para estos dos países.
Sin embargo, el caso de Colombia es diferente, ya que su crecimiento se sitúa alrededor del 5%, aunque habrá que esperar a ver cómo acaba el año porque estos índices también están íntimamente ligados al petróleo, que viene bajando su precio del orden de un 26% y podría hacer que el crecimiento de este tercer pilar de la economía latina pudiera bajar finalmente su porcentaje.
Tal como ya anticipó el FMI en sus previsiones, el crecimiento de esta zona no será tan grande como el esperado, aunque hay que destacar que también, pese a su actual estabilización, se espera que durante el último trimestre muestre unos claros signos de cambio de tendencia y remonte los datos que se muestran en la actualidad.
En la parte contraria está Panamá, quien parece que liderará el crecimiento de esta zona americana en más de un 6% y seguida de cerca por países como Bolivia o Colombia (como se ha enunciado anteriormente), que rondarán el 5%.
Las exportaciones de crudo han sido siempre uno de los motores de la economía de estos países, sufriendo ahora las consecuencias de la devaluación y teniendo que volver a redefinir las políticas monetarias y económicas para conseguir contrarrestar estos nuevos datos.
Pero aún está a tiempo de poner las medidas necesarias para que la recuperación no se ralentice más que en otras zonas del mundo. Lo cierto es que durante este trimestre, tendrá que conseguir equilibrar sus balanzas para no verse arrastrada por los mercados.

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