Fracasar es un concepto que todo emprendedor tiene en mente cuando se dispone a poner en marcha su iniciativa empresarial. Claramente ningún empresario quiere oír hablar sobre el fracaso, sin embargo, sirve para madurar y aprender pero es uno de los factores que más frenan el emprendimiento.
La realidad es que de todos los errores se aprende lo más importante es sacar provecho de ellos. Es por eso que en esta oportunidad hablaremos de Cómo aprender del Fracaso.
Lo Primero es Levantarse
Muchos empresarios, tras haber perdido casi todo, recuperaron el entusiasmo necesario para volver a empezar, estos coinciden en que lo esencial no fue reunir nuevamente un capital, sino poner en práctica las lecciones que les dejó la caída.
En el momento de crear una empresa los emprendedores se enfrentan a dos clases de riesgos:
- «hundir el barco», el riesgo a que el negocio no marche bien
- «perder el barco», el riesgo de no hacer lo correcto para que funcione.
Los emprendedores no sólo temen a aspectos relacionados con la empresa de nueva creación, sino también contemplan otras situaciones como la de poner en riesgo la estabilidad familiar, invertir mucho dinero y no recuperarlo o tener que lidiar con dificultades e imprevistos.
Causas frecuentes del fracaso
El fracaso empresarial depende de multitud de factores y de errores cometidos por el emprendedor. Conocer las verdaderas razones por las que una empresa ha llegado a su fin puede, incluso, servir para elaborar una lista con todo aquello que se debe evitar para no incurrir en las mismas equivocaciones:
- Una escasa planificación inicial del negocio es una de las causas más usuales por las que éste puede desembocar en fracaso.
- La financiación es una de las patas del negocio, por lo que su falta puede hacer que este se venga abajo. La financiación propia no debe suponer menos del 40% de los recursos financieros totales de cualquier empresa. Esto significa que depender demasiado de la financiación ajena no es la mejor de las ideas.
- La aceptación del producto o servicio ofertado por parte del público es, en ocasiones, muy reducida. Esta sorpresa podría haberse evitado haciendo un adecuado estudio de mercado.
- Anticiparse al riesgo es vital para garantizar la buena marcha del negocio. La falta de control, trae consigo una escasa capacidad de anticipación a los problemas y, por ende, de solventarlos.
- Exceso de autoconfianza. Es muy positivo creer en uno mismo y ser valiente pero no conviene relajarse.
Evitar el fracaso y transformarlo en éxito
El emprendedor que fracasa acumula experiencia que, sin duda, será útil en un eventual nuevo emprendimiento. Y es que hasta el éxito necesita de equivocaciones, pues si no se cometen errores, no se podría aprender de ellos y avanzar.
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