Todo lo que queremos hacer, de alguna manera lo pensamos antes de llevarlo a cabo. Por ejemplo, si vamos al cine primero elijo una película antes de comprar el ticket de entrada.
En el montaje de microempresas o microemprendimientos, la formulación de objetivos es un poco más compleja que la decisión de cuál película disfrutar. A continuación detallaremos unos pasos a seguir que serán de utilidad a la hora de poner en marcha un proyecto.
1) El objetivo debe ser formulado lo más fielmente posible a lo que deseas alcanzar. Tiene que ser escrito positivamente. Mientras más detalles y especificaciones contenga, más definido y certero resultará para poder lograrlo. Debe ser muy puntual y claro.
2) De alguna manera se debe poder medir y evaluar el objetivo para que lo puedas comparar con la realidad y poder obtener un seguimiento más controlado del mismo. Si no tenes las herramientas para medirlo se hace muy difícil poder conocer si te vas acercando a la meta programada. Esto sirve como un mecanismo de control para saber si estoy yendo por el camino correcto para alcanzar mi objetivo.
3) La definición de un objetivo que no se sabe exactamente cuándo lo lograrás y si realmente podrás alcanzarlo, puede llevarte a la frustración y el abandono del emprendimiento. El objetivo debe ser superador pero no imposible de lograr. Tienen que ser objetivos realistas. Tiene que guardar cierto equilibrio entre el esfuerzo que desplegarás y la obtención del logro.
4) El objetivo tiene que ser significativo, que realmente te satisfaga. Asimismo para una meta realista debes proponerte algo que realmente puedas cumplir. Obtener un doctorado sin haberte titulado en la universidad es algo bastante improbable de realizar.
5) Todo lo anteriormente pensado y expresado formalmente en un texto debe ser sistematizado estableciendo plazos para el cumplimiento de cada meta. Sino estaríamos hablando de una idea y no de un proyecto a realizar. Por eso es importante que puedas combinar objetivos superiores con otros más sencillos, de este modo obtener un equilibrio en el cumplimiento de tu emprendimiento.
Es cuestión de pensar, ser objetivo, ser positivo, escribir tu proyecto y llevarlo a cabo. Las herramientas están en uno mismo, en ser capaz de crear y asumir el compromiso.
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