Muchas veces aparecen confusiones cuando se habla de concursos y quiebras. ¿Qué es un concurso? ¿Qué diferencias tiene con la quiebra? ¿Son la misma cosa?
Aunque los términos “concurso” y “quiebra” sean, cuanto menos, ambiguos, lo cierto es que no significan lo mismo.
El concurso es un recurso por el cual se busca la continuidad de la empresa. Es decir, el objetivo del concurso es levantar o revertir la situación que llevó a la empresa a entrar en cesación de pagos.
La quiebra, en cambio, es un proceso liquidatorio. Un concursado puede ser declarado en quiebra y entonces se le separará del patrimonio, procediéndose a la liquidación del activo para cancelar el pasivo.
Es sabido que los acreedores tienen derecho a cobrar el dinero adeudado, y por eso el patrimonio constituye la prenda común de los acreedores. Los bienes patrimoniales del deudor se ejecutarán entonces para saldar la deuda presente con los acreedores.
Los concursos y quiebras están regidos en la República Argentina por la Ley 26.086 de Concursos y Quiebras, sancionada y promulgada en 2006.
Imagen: cincodias.com
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