Una PYME requiere habilidades y conocimientos similares a los de una gran empresa; pero presentan por la relación cotidiana entre el colaborador y el dueño de la empresa, de un desafío distinto en lo que a gestión de personas se refiere.
Los Errores Más frecuentes de los Liderezgo de Pymes.
los errores más recurrentes del liderazgo en los dueños de las medianas y pequeñas empresas, son:
- Dedicarle poco o nada de tiempo a comunicar la visión personal sobre “el hacia dónde va la empresa”, o comunicarla sin explorar con el equipo si esa visión es aceptada, valorada, compartida. La mayoría de las veces las empresas no avanzan hacia donde quiere el líder simplemente porque el equipo no comparte la visión, la meta o el camino.Otras veces la dificultad radica en que el propio dueño no está teniendo tan claro lo que quiere.
- Pensar que haber llegado a ser los dueños de la empresa fue por mérito propio, y que la forma con la que hasta ahora se lograron las metas son las que hay que seguir sosteniendo. El contexto cambia, las personas cambian, y es necesario también cambiar el mapa que los orienta. Algunos empresarios que alcanzaron buenos resultados siguen utilizando el mismo mapa, y el mercado cambió. Necesitan animarse a re-dibujarlo pues pueden estar corriendo a gran velocidad, pero en sentido contrario.
- Querer que la empresa funcione “sola” sin animarse a ofrecer total confianza a nadie. Suponer que se otorga confianza al otro, exigiéndole que haga exactamente lo que haría él. Este punto contribuye a la motivación y compromiso de cada persona en su rol. Delegarlo todo o no delegando nada, es clave distinguir que hay personas que se le puede delegar el 100% de una tarea, y tal vez aún casi nada en otras, mientras se las acompaña en su desarrollo.
- Considerar que su empresa es particular, que tiene cosas que las otras no tienen, que es distinta a todas. Imaginar que “el mundo” está en contra o a favor de ellos. La mayoría de los empresarios dicen “que no pueden llegar a entenderlo pues esta empresa es particular”. En mi opinión, esta frase al ser utilizada por la mayoría pierde sentido y ubica al número 1 en una posición de victimización. Ninguna empresa es tan particular, ni el mundo está en contra de ella.
- Esperar y renegar sobre el escaso compromiso de todos por “la camiseta” de la empresa y no comprometerse primero el con la vida de cada uno de los integrantes de su equipo. Las personas que trabajan en la empresa también tienen sueños, anhelos o familia. El empresario puede y debe decir “perdón” y “gracias”. El empresario debe saber decir que “no” y que “si” cuando los consideran necesarios, como así también fundamentar sus decisiones en la medida de que las circunstancias lo requieran. Estas pequeñas y gigantes declaraciones, contribuyen directamente con el sentido de pertenencia del colaborador para con la empresa.
- Comparar a la empresa con un hijo. La empresa no es un hijo, ni siquiera los empleados a los que se le tienen más afecto y crecieron junto a la empresa son hijos. Esta historia que se cuentan recurrente limita muchísimo la toma de ciertas decisiones en el Líder de una PyME.
Dejar una contestacion