Es duro comenzar un proyecto desde cero, de lo contrario todo el mundo lo haría, pero no es algo al alcance de una minoría de elegidos ni mucho menos. Podrían existir el doble de proyectos llevados a cabo de los que existen y sería bueno para todos.
Todo proceso de empezar algo de cero es como tener una gran montaña delante de ti que tienes que escalar y donde el único combustible es tu motivación, por tanto el mayor riesgo es desmotivarse y abandonar.
En ese caso la clave es mantener todo el tiempo la motivación alta y la mejor manera de evitar que baje es andar ligero de equipaje, evitar cualquier pesada carga que en los momentos más duros y de motivación más baja contribuya al pensamiento de abandonar.
Evitar cargas consiste en calcular lo realmente necesario e imprescindible para ir completando etapas con éxito, de tal manera que las metas sean alcanzables en un plazo razonable, sin mucho desgaste y no parezcan imposibles.
Otro de los mayores riesgos aunque parezca algo banal, es hablar demasiado. No hay que confundir pensarlo todo bien antes de empezar, con divagar infinitamente. La pasión por reunirse y discutir todo antes de hacer algo bloquea las acciones, lo que se suele llamar «parális a causa del análisis».
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