Tipos de organizaciones empresariales

Cuando usted decide operar un negocio, lo primero que debe abordar es la forma jurídica que llevará el negocio, existen tres formas típicas que puede escoger a la hora de formalizar su empresa: empresa unipersonal, sociedad o corporación.

Empresa unipersonal

La empresa individual es la forma más simple de operar un negocio. Sólo un propietario es responsable de tomar todas las decisiones empresariales y, por tanto, gana todos los beneficios, pero además de esto asume todos los riesgos y obligaciones.
Entre las ventajas asociadas con la gestión de los negocios unipersonales son: la facilidad por la cual pueda iniciarse y disolver el negocio, y modestos gastos de comienzo.
Existe, sin embargo, una desventaja importante en este tipo de negocios, es decir, una responsabilidad ilimitada. El propietario es personalmente responsable de todas las deudas y obligaciones contraídas por la empresa. El propietario es, pues, responsable de todos sus bienes personales y de todas las pérdidas que se hayan incurrido en la empresa. La mayoría de las jurisdicciones requieren que las empresas individuales se registren en el departamento del gobierno o en cualquier autoridad competente bajo el nombre comercial que opera.

Sociedad

Una sociedad es una relación entre dos o más personas que ejercen un negocio con el fin de obtener una ganancia. La organización suele ser más compleja que una empresa individual y en esta no existe más de un propietario para participar en las ganancias y / o pérdidas.

Corporación

Una sociedad anónima (también llamada «Compañía» o “Corporación”) es una entidad jurídica que tiene personalidad jurídica propia, y es independiente de sus dueños (los llamados accionistas) y las personas que administran y ejecutan sus asuntos y negocios (llamados directores y funcionarios).
Cada empresa que lleve una jurisdicción de este tipo se compone de: los accionistas, directores y funcionarios. Los accionistas, como su nombre lo indica, son los que tienen las acciones de la corporación. En razón de los votos que, por lo general, son vinculados a las acciones, los accionistas controlan el manejo de la corporación.
Si no existe más de un accionista, esa persona tiene el control absoluto de la corporación. Si la corporación tiene numerosos accionistas, el control de la empresa depende de quién tenga la mayoría de las acciones. Sin embargo, los accionistas no gestionan directamente la corporación. Ejercen su influencia con la elección y remoción de los consejeros y la aprobación o desaprobación de las principales decisiones corporativas.
Una de las responsabilidades de los accionistas es elegir a los directores de la corporación, por lo general, sobre una base anual. Los directores no necesitan ser accionistas de la corporación, los directores son responsables de supervisar y administrar los asuntos de la corporación, y la designación de los oficiales, que a su vez son responsables de la gestión diaria de la corporación.
Es importante que gestione de forma primordial la forma jurídica que llevara su negocio, con el único objetivo de poder ejercer sus funciones en el mercado laboral de una forma adecuada.

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