MÁS GASTOS QUE INGRESOS
Los primeros síntomas de que algo no anda bien en las finanzas de la empresa aparecen al descubrir que el gasto supera el ingreso de liquidez, lo que se traduce en dificultades para el abastecimiento, en reducción de personal y falta de inversión en publicidad o marketing. No llegar a tiempo en este sentido supone generalmente tener que recurrir a endeudamiento. El punto es que no todas las firmas acceden a buenas condiciones de crédito para capital de trabajo y acuden al circuito informal del crédito, con tasas mucho más altas y, por lo tanto, mayores costos. Primero es un rojo financiero, que si no se lo corrige a tiempo se transforma en económico y puede terminar tornando inviable el negocio.
Asociado al financiamiento, aparecen otros tipos de riesgos. Son riesgos diferidos, porque sus consecuencias aparecen tiempo después de la decisión de origen: por ejemplo, cuando se le asigna un crédito a 30 días a un cliente, sin una correcta evaluación de riesgo, y el día 31 aparece el impago. Recién ahí se manifiesta el daño o perjuicio económico-financiero, con sus efectos sobre la liquidez y la solvencia de la empresa
En el terreno de la logística, el punto más sensible al riesgo financiero es el vinculado a la gestión de inventarios.
PRUDENCIA
Para los especialistas, las acciones preventivas deben regirse por la prudencia y contemplando el conjunto de los sectores de la empresa. “Tratamos siempre de adelantarnos a los problemas –dice Piombino, de Fercol–. Trabajamos con todas las áreas interconectadas. Buscamos que el desarrollo de algún proyecto en un área impacte de la mejor manera posible en la otra. Y cuando se necesita que el sector financiero responda rápida y eficazmente a las necesidades, podemos preverlo analizando nuestros informes.»
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